Quizás hayáis hecho la prueba de embarazo y esperado el resultado con las manos entrelazadas y el corazón al galope, o tal vez tu pareja te ha dado la buena nueva tras comprobarlo ella sola. El caso es que dentro de unos ocho meses vas a tener un hijo o hija. ¿Puedes hacer algo durante este tiempo, aunque tú no lo lleves dentro y no te vaya a cambiar el cuerpo? Por supuesto que sí. Puedes y debes.
Que no te sea posible vivir el embarazo de la misma forma que a tu pareja, puesto que ella está implicada físicamente, no significa que no tengas un papel protagonista en la gestación. No has de convertirte en un figurante cuya única opción es esperar a que le pongan un recién nacido en los brazos; eres parte activa y tu labor es fundamental: ayudar a tu pareja en esta experiencia vital, muy bonita pero que también puede ser dura física y mentalmente. Olvida eso tan típico de que «pasas a segundo plano»; ocupar tu lugar de corresponsabilidad desde el principio sentará las bases de una pareja unida y comprometida por igual en el cuidado de su retoño.
¿Qué hago durante el embarazo de mi pareja?
- Documéntate. Lee libros o revistas sobre el embarazo. Infórmate sobre los cambios que sufren el bebe y el cuerpo de la mujer y los síntomas, físicos y emocionales, que sentirá tu pareja. De esta manera los reconocerás más fácilmente cuando sucedan, sabrás que son algo normal y cómo reaccionar.
- Acude a todas las consultas médicas relacionadas con el embarazo que te sea posible. Las ecografías son las más atrayentes porque nos permiten ver imágenes de nuestro bebé, cómo se mueve y cada parte de su cuerpo, e incluso saber sus medidas, pero todas son importantes y tu presencia y participación también lo es.
- Acude a los cursos de preparación al parto junto con tu pareja. Aprenderéis sobre el embarazo, el alumbramiento —que tantas dudas genera— y los cuidados del recién nacido. Además, conoceréis a otras parejas, futuros padres y madres, con vuestras mismas inquietudes.
- Si bien no puedes relacionarte con el bebé ni sentirlo de la misma manera que tu pareja, puesto que ella lo lleva dentro, sí que tienes la posibilidad de relacionarte con él. Acaricia la tripa, nota su crecimiento; sentir que se mueve y da patadas es uno de los momentos más emotivos del embarazo. Háblale: en la semana 18 de gestación es capaz de escuchar sus primeros sonidos —el latido del corazón y otros ruidos internos del cuerpo de la madre—, e incluso algunos externos. En la semana 24 concluye el desarrollo de los oídos, por lo que, si no lo hace ya, escuchará tu voz; háblale a menudo y cuando nazca, ¡te reconocerá al oírte!
- Interésate por todos los asuntos relacionados con vuestro futuro hijo y participa en las decisiones: elegir el nombre, comprar la ropita, el carro, prepararle la habitación… Hay asuntos sobre el embarazo y parto cuya última palabra la va a tener tu pareja, como por ejemplo si usar o no epidural; no obstante, eso no impide que te informes y la ayudes a tomar la decisión, además de prepararte para colaborar en todo lo que puedas cuando llegue el momento.
- Implícate —más— en las tareas del hogar. Puede que desde el principio del embarazo tu pareja se encuentre más cansada, sensación que se acrecentará en el último trimestre. También es posible que sufra náuseas, problemas de espalda o de piernas… Deberá descansar más, y para que pueda hacerlo tendrás que encargarte de sus faenas. Con mayor razón si por cualquier motivo le recomiendan reposo. Si ella no trabaja fuera de casa o está de baja no penséis que por eso tiene más tiempo para los asuntos domésticos; gestar un bebé es una labor a tiempo completo y es fundamental para el bienestar de la embarazada y el pequeño estar tranquilos.
- Cuéntale lo que sientes y escúchala. Seguramente tú también tienes miedos o dudas. Te preguntas si vas a estar a la altura y te angustia que no sea así. Compartir vuestros sentimientos y temores os ayudará a tranquilizaros y asumir los cambios que se suceden a medida que avanza el embarazo. Asimismo, no tengas vergüenza de comentar cualquier cuestión en las consultas. Los profesionales lo entienden y están preparados para resolver cada duda.
- Un asunto muy útil que puedes realizar desde el principio es documentarte sobre el papeleo que habréis de realizar cuando nazca el bebé (registro, baja laboral, ayudas, reducción o excedencia si procede…) y adelantar todo lo que sea posible. De esta manera, no lo tendrás que hacer con prisa a última hora, y podrás disfrutar con la mayor tranquilidad posible la recta final del embarazo y, sobre todo, los primeros momentos de la vida de tu retoño.
En resumen, aunque tú no vayas a gestar a tu hijo, tienes un papel muy importante durante el embarazo. Conocer su desarrollo e implicarte en él hará que te sientas útil —porque lo eres— y sepas cómo acompañar a tu pareja. Pasar juntos todo el tiempo que podáis y hablar de vuestros sentimientos os ayudará a disfrutar de esos meses, y a recibir a vuestro hijo con mayor tranquilidad y seguridad.