Todos los profesionales que integramos Psicología y Logopedia BlaBla compartimos una misma premisa: el aprendizaje significativo solo es posible si el niño está dispuesto a aprender. Por eso, todas y cada una de nuestras intervenciones incorporan ese ingrediente infalible –la motivación–, porque solo aquello que se aprende con ganas se convierte en un aprendizaje significativo.
Durante su estancia en el centro, el niño está inmerso en un entorno en el que los profesionales que lo tratan le proporcionan experiencias diseñadas cuidadosamente para sacar el máximo partido del tiempo que permanece con nosotros. Los chavales acuden animosos porque saben que, sean cuales sean los aspectos en los que necesiten mejorar, buscaremos la forma de que la aventura de aprender resulte apasionante. Dedicamos mucho tiempo a concebir y preparar materiales y experiencias motivadoras, por lo que es una satisfacción para todos nosotros comprobar que los niños acuden cada día con actitud proactiva y deseosos de ponerse manos a la obra cuanto antes.
Pero no nos conformamos con que esas experiencias se circunscriban a nuestro gabinete: queremos que las actividades programadas para casa resulten igualmente motivantes, porque esa es la auténtica garantía de éxito.
Algunos aprendizajes -como el de la lectoescritura, por ejemplo- exigen que el niño interiorice y automatice lo aprendido en el curso de la terapia mediante la repetición diaria y sistemática de determinados ejercicios para que la adquisición sea verdaderamente efectiva. En BlaBla proponemos a las familias tareas manipulativas que resulten entretenidas para los niños, pero somos conscientes de que ni el entorno ni los recursos materiales con los que cuenta el hogar son los del gabinete, donde todo está diseñado para concitar la atención de los pequeños y evitar distracciones innecesarias. Comprendemos asimismo que las prisas del día a día, con horarios ajustados y multitud de obligaciones –clases extraescolares, deberes, meriendas, cenas, higiene personal del niño,…–, pueden obstaculizar la incorporación de estas actividades a la rutina diaria de la familia. El niño con dificultades de lectoescritura también se puede mostrar en ocasiones reacio a realizar esas tareas por considerarlas «más deberes».
Dada la importancia de esos ejercicios para el éxito de la terapia (y para acortarla en el tiempo), además de ofrecer nuestros propios materiales, analizamos y valoramos aquellas otras herramientas disponibles en el mercado que, a nuestro juicio, pueden facilitar la realización sistemática de las actividades planteadas para casa. Así, cuando consideramos que un recurso concreto puede ser eficaz en este sentido, lo sometemos a prueba con el ayuda de las familias voluntarias que acuden a BlaBla, quienes siguiendo rigurosamente las pautas fijadas por su terapeuta, actúan como «testeadores sobre el terreno» y verifican su eficacia a la hora de incentivar la realización de los ejercicios diarios en casa. Si el feedback recibido de los padres y nuestras propias observaciones demuestran sus beneficios, lo incorporamos a nuestra batería de propuestas para el hogar y generalizamos el uso de esa herramienta.
Esta es una de las razones que nos ha llevado a colaborar con Change Dislexia (www.changedyslexia.org), empresa de carácter social que, a partir de la experiencia personal de su fundadora, ha desarrollado DytectiveU, aplicación informática que permite ejercitar, en un formato que resulta atractivo para el niño, las tareas de decodificación implicadas en el proceso del aprendizaje de la lectoescritura. La propuesta es sencilla: en sesiones diarias de 10-15 minutos de duración, se estimulan, a través del juego, las habilidades cognitivas implicadas en la lectoescritura. Basta con disponer de un ordenador, tablet o smartphone.
DytectiveU puede ser un práctico complemento de la terapia que vuestro hijo o hija recibe en las sesiones. A diferencia de las tareas de cuaderno y lápiz que el niño puede equiparar a «más deberes para casa», el nuevo formato virtual le ofrece una forma divertida de entrenarse siguiendo el plan de trabajo desarrollado por su terapeuta, que conoce perfectamente sus fortalezas, debilidades y motivaciones. Vosotros, como padres, disponéis de una cómoda herramienta fácil de incorporar a la rutina horaria de vuestros hijos. Y nosotros, como terapeutas, tenemos la certeza de que el niño realizará los ejercicios programados para cada día, lo que nos aporta un doble beneficio: nos permite acelerar el ritmo de aprendizaje y dedicar más tiempo a aquellos aspectos de este menos repetitivos en los que la intervención del profesional reviste máxima relevancia.