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Letras animadas: Otto canta ópera


Acerca de esta serie de vídeos

El proceso de asociación estímulo visual–estímulo fonológico, que los niños aprenden de forma natural durante los cursos de primaria, resulta complicado para quienes padecen dislexia o trastorno de aprendizaje de la lectura. La mayoría de los niños aprenden las letras con apoyo visual, pero la repetición reiterada de grafía y sonido por esta única vía no vale con el niño disléxico, ya que este canal no funciona adecuadamente. Podemos compensar esta dificultad asociativa favoreciendo el aprendizaje multisensorial de las letras. Todos los juegos y estrategias de aprendizaje que presentamos con esta serie de vídeos comparten un factor común: el uso de diferentes vías sensoriales (vista, oído, tacto) y de facilitadores fonológicos, semánticos y motrices, en situaciones de gran valor significativo para el aprendiz por su carácter experiencial.

¿Por qué elegimos tipografía de imprenta para los personajes?

Para que el niño o niña pueda leer debe aprender un código escrito formado por figuras –algunas de ellas muy parecidas entre sí– que se relacionan de manera arbitraria con los diferentes sonidos del lenguaje que representan. Los aprendices comienzan decodificando letra ligada para, una vez en primaria, dar el salto a la letra de imprenta. Mientras que el niño sin dificultades puede aprender varias equivalencias (un mismo sonido se representa de diferentes maneras), al niño con dislexia u otro trastorno del aprendizaje le cuesta mucho hacerlo. ¿Por qué no simplificar entonces las cosas? ¿Por qué comenzar el aprendizaje con la letra ligada para acceder después a la letra de imprenta? ¿Aporta beneficios este procedimiento?

Algunos estudios justifican el inicio de la lectoescritura con letra ligada argumentando que facilita el reconocimiento de la grafía y agiliza la escritura ya que el niño no tiene que levantar la mano entre letras. Esto es así en el caso de niños sin dificultades, ¿pero qué ocurre con aquellos con una grafomotricidad costosa o que no se orientan bien en el espacio y necesitan un feedback constante de lo que van escribiendo y de cómo lo van escribiendo? Estamos convencidos de la importancia de que el niño con dificultades lectoescritoras (y de que también sería beneficioso para el niño que no las tiene) dedique sus esfuerzos a reconocer las grafías habituales en la literatura, ya que esta exposición reforzará el proceso de aprendizaje en la escuela. No olvidemos que vivimos en la era digital, donde el niño utiliza con frecuencia móviles, tablets, ordenadores y dispositivos, en general, en los que prevalece la letra de imprenta.

Entendemos, además, que lectura y escritura son aprendizajes complementarios, que se retroalimentan mutuamente: leyendo se afianza la escritura y escribiendo se afianza la lectura. ¿Tiene sentido, por tanto, que el niño lea en una determinada tipografía y escriba en otra? ¿Cuál es la lógica de aprender un idioma para expresarse en otro? El aprendizaje de la lectoescritura debe ser, por encima de todo, funcional. Y hemos de simplificar su adquisición de forma que el niño disfrute con el acto de leer y escribir.

Algunas explicaciones sobre el vídeo que acabas de ver

El visionado del vídeo es el primer paso del programa que hemos diseñado para estimular la motivación por el aprendizaje de las letras.

  • Con el personaje de «Otto» generamos en el/la aprendiz el interés y la predisposición necesarios para poner en marcha los sistemas de atención y memoria.

  • En esta primera toma de contacto, el niño asocia la forma con el sonido correspondiente a través de este divertido personaje que le sirve de apoyo visual y semántico en el proceso de asociación grafema-fonema.

  • El segundo paso consiste en automatizar esa asociación, así como la lectura y escritura de la letra «o», ya que ambos procesos se realimentan recíprocamente. Lo haremos de la forma más eficaz: a través del juego.

En el cuadro siguiente, hemos reunido los cuatro procesos implicados en el aprendizaje de la letra. Cada uno de los apartados incluye un listado de actividades y, cuando está disponible, un enlace al material complementario (en PDF, PowerPoint o programación).

Y ahora, ¡a jugar!

[+] Identificación del sonido /o/
[+] Reconocimiento de la forma de la letra «o»
[+] Ejecución de la letra «o»
[+] Asociación forma-sonido

Identificación del sonido /o/

  1. Antes de nada, calentaremos la voz cantando algo de ópera… ¿Recuerdas cómo lo hacía Otto? Vamos a entonar juntos oooooooooo y luego lo haremos alternándonos y en distintos tonos. Puedes cantar, por ejemplo, como un tenor o una soprano (entonamos una /o/ aguda), como un barítono o una mezzosoprano (entonamos una /o/ media), o como un bajo o una contralto (entonamos una /o/ grave).

  2. ¡Lo has hecho muy bien! Ahora añadiremos la orquesta. Recuerda que los músicos siempre obedecen a Otto (entonamos la /o/ utilizando diferentes tonos que el niño debe repetir, como si fuera la orquesta. También podemos invertir los papeles: él es Otto y nosotros la orquesta).

  3. Te lo voy a poner un poco más difícil. Yo soy Otto y tú eres la orquesta. Se trata de una orquesta muy ooooobediente, que solo repite el sonido /o/ oooooriginal de ooooootto. Por lo tanto, voy a entonar diferentes sonidos (vocálicos) y tu tendrás que estar atento para repetir únicamente la /o/.

  4. ¡Ya eres todo un experto! Ahora nos vamos a poner en la piel del público. ¿Recuerdas lo que le gritaban a Otto? (ooooootra, oooootra). ¿Y lo que hacían los espectadores para demostrar cuánto les gustaba? (la ooooola).

      Te propongo el juego siguiente:

      Voy a entonar diferentes palabras. Algunas empezarán por /o/ y otras no. Cuando escuches una palabra que empiece por oooooooo, tendrás que hacer la ooooola. Cuando no empiece por /o/, dirás oooootra, oooootra.

Reconocimiento de la forma de la letra «o»

  1. Buscamos por la sala (o la casa) objetos que tengan forma de «o».

  2. Colocamos aros sobre el suelo (haciendo referencia a su forma, similar a la de Otto) y saltamos de uno a otro mientras entonamos el sonido ooooo.

  3. Hacemos carreras de «o» (hacemos rodar los aros hasta la meta o les damos efecto para que vuelvan).

  4. Colocamos en una caja distintos objetos y varias anillas grandes. Al introducir la mano, el niño debe reconocer y sacar las anillas.

  5. Jugamos al lanzamiento de Ottos. Podemos, por ejemplo, clavar un lápiz en un trozo de plastilina para que se mantenga vertical y lanzar las «o» (piezas de madera, anillas, aros, «o» recortadas en cartón) para que se inserten en el lápiz.

  6. Recorremos con el dedo la imagen de la letra «o» impresa (tamaño cuartilla) haciendo hincapié en que comenzaremos siempre desde arriba y de izquierda a derecha (mirando la propia letra). Repetimos este mismo ejercicio utilizando la letra elaborada con distintas texturas (fieltro, lija, cartón de relieve, relieve realizado con el punzón).

  7. Realizamos el mismo ejercicio sin ver la letra, es decir, recorriéndola con el dedo, en distintas texturas, con los ojos cerrados.

  8. Reconocemos la letra «o» (letras móviles de madera) por el tacto, manipulándola con los ojos cerrados.

  9. Reconocemos la letra «o» dibujándola en nuestra espalda o antebrazo.

Ejecución de la letra «o»

  1. Ofrecemos «o» impresas para que el niño haga uso de su creatividad «transformándolas» en los elementos que se le ocurran (como Otto).

  2. Ofrecemos «o» impresas en las que faltan cada vez más elementos. Tenemos que completarlas hasta obtener la ilustración de Otto.

  3. Elaboramos un títere de Otto (dibujo al que adherimos un depresor o palito) y buscamos por el centro o por casa otras «o» iguales (el títere nos sirve de modelo).

  4. Construimos una «o» en el suelo con diferentes objetos.

  5. Construimos una «o» en el suelo con cuerdas de distintos colores.

  6. Tratamos de hacer la «o» con nuestro propio cuerpo o con la ayuda de otro.

  7. Utilizamos nuestro cuerpo como si fuese un compás para trazar una gran «o» (mantenemos las piernas abiertas, una de ellas fija, y dibujamos un círculo imaginario con la otra pierna rotando nuestro cuerpo sobre la pierna inmóvil).

  8. Utilizamos grandes moldes u otros objetos similares (tapones, ruedas, anillos…) que nos permitan hacer la «o».

  9. Elaboramos rosquillas con masa; hacemos donuts de plastilina, etc.

  10. Realizamos nuestro propio sello de la «o» (podemos utilizar media patata pequeña en la que hacemos un agujero central con un «descorazonador de manzanas» o un tapón de corcho y tinta).

  11. Escribimos la letra «o» sobre arena, harina, pan rallado, etc.

  12. Escribimos la letra «o» en el aire empleando un lazo de rítmica (atamos un lazo largo, de unos 2 cm de ancho, a un palo o lápiz y lo movemos haciendo círculos).

  13. Dibujamos a Otto y su familia (diferentes «o»).

  14. Utilizamos papel continuo y pinceles para dibujar una «o» de grades dimensiones.

  15. Convertimos al personaje de Otto en el protagonista de una historieta ilustrada. Para ello, dibujamos a Otto y a los miembros de su familia y los integramos en las distintas viñetas.

Asociación forma-sonido

  1. Construimos un títere de Otto (un dibujo al que adherimos un depresor o palito). Cada vez que digamos el fonema /o/, el niño levanta el títere. Vamos aumentando la dificultad pronunciando palabras con /o/ inicial y /o/ final.

  2. Recortamos numerosas «o» y las pegamos sobre todos los objetos que localicemos que empiecen por esa letra.

  3. Elaboramos un mural de Otto y dibujamos todo los objetos con /o/ que se nos ocurran.

  4. Utilizamos un aro como canasta (hacemos referencia a su forma y a su similitud con la «o») y tratamos de encestar objetos que tengan una /o/ (el niño seleccionará previamente aquellos objetos que empiezan por el sonido /o/ del grupo que se le muestra).

  5. Estamos locos: mantenemos una conversación y, cuando aparezca el títere de Otto, la interrumpimos de golpe para entonar ooooo.

  6. Diccionario de la «o». Preparamos un librito en el que dibujamos todo lo que empiece con el sonido /o/.

  7. Contamos una historia muy despacio, remarcando las /o/. Entretanto, el niño escribirá en una libreta (o pizarra, arena, pincel, etc.) todas las /o/ que vaya escuchando.

  8. Buscamos por la sala y el entorno adyacente, incluso la calle, todas las «o» impresas (carteles, cuadros u otros elementos).


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