Estimulación del lenguaje en atención temprana: algunas pautas para los padres

Cuando nos encontramos con un niño que presenta dificultades en la adquisición del lenguaje es importante realizar un diagnóstico adecuado: éste tendrá en cuenta en qué etapa del desarrollo se encuentra el niño, si sus patrones lingüístico se corresponden o no con lo que cabría esperar de su edad cronológica y qué factores, dado el caso, pueden estar dificultando ese desarrollo.

Una vez que esa valoración inicial establece la existencia de una dificultad real, es decir, de la que no cabe esperar que desaparezca a medida que madure el niño (como ocurre con la dislalia evolutiva, por ejemplo, en la que los errores fonéticos cometidos desaparecen sin necesidad de intervención), el terapeuta inicia la estimulación del lenguaje adaptada a las necesidades concretas de cada caso.

Pero además del tratamiento llevado a cabo en el propio centro, hay algunas pautas sencillas, pero muy eficaces, que los padres pueden aplicar en casa para estimular el lenguaje de sus hijos. A continuación indicamos algunas:

Modelo de lenguaje

• El lenguaje se aprende, por lo que es importante hablar con el niño para que tenga un modelo que le sirva de referencia.
• Al hablar no infantilizaremos el lenguaje ya que nuestro objetivo es que el niño aprenda un lenguaje similar al del adulto.

Actitud ante la comunicación

• Mostraremos interés por lo que nos dice nuestro hijo y trataremos de interpretar su significado. Esta es una excelente manera de recompensar sus intentos de comunicación y de motivarle para que aprenda nuevas palabras.
• No lo atosigaremos abusando de las preguntas: tener la sensación de estar sometido continuamente a examen no facilita el intercambio comunicativo.
• Evitaremos realizar correcciones directas (no se dice así, así no…). Es mucho más eficaz repetir de forma correcta lo que ha dicho el niño e incluso añadir alguna información que le resulte de interés.

Respetar el espacio comunicativo del niño

• Evitar hablar por el niño: hemos de dar a nuestro hijo la oportunidad de poner en práctica lo aprendido y la mejor forma de hacerlo es darle tiempo para que sea él mismo quien conteste a las preguntas que se le formulan.

Marina González (Logopeda)