Hasta el momento no existen estudios de amplio alcance que respalden esta afirmación. Nuestra experiencia en la práctica diaria de la logopedia indica que aunque puede darse cierto desfase, este dura poco y, por regla general, remite de forma espontánea sin mayores complicaciones.
Nacemos con la capacidad de aprender todas las lenguas que se hablan en el planeta. El que adquiramos una u otra (u otras) dependerá del entorno en el que vivamos. Por consiguiente, los niños inmersos en un entorno bilingüe real son -como el resto de los chavales- capaces de adquirir una, dos o las lenguas a las que estén expuestos en casa.
Es posible que la aparición del lenguaje se retrase un poco, pero -si el bilingüismo es real- aparecerán los dos idiomas al mismo tiempo y se darán los mismos errores en ambos.
Nuestra recomendación: que cada progenitor utilice su idioma emocional
Por nuestra parte, recomendamos que las familias hablen en su idioma «emocional». En el caso de familias en las que ambos progenitores hablan lenguas diferentes -la madre portugués y el padre español, por ejemplo- aconsejamos que cada progenitor hable a su hijo en su lengua afectiva. El niño adquirirá las dos lenguas sin ninguna dificultad y podrá expresarse en ambas.
Es habitual que el niño mezcle los idiomas durante los primeros años de vida y que emplee en la misma frase palabras perteneciente a las dos lenguas. Esta mezcla será cada vez menos frecuente y, finalmente, será capaz de hablar con cada interlocutor en el idioma en el que lo hace habitualmente sin ningún tipo de interferencia.
Amplía este tema aquí:
→ Bilingüismo en el entorno familiar
→ Cómo estimular el lenguaje oral en en niño
→ ¿Es adecuado hablar a un niño con dificultades en más de un idioma?
abril 22, 2022
