Toda buena intervención comienza con una buena evaluación.
Y esto significa ahondar en el funcionamiento cognitivo, conductual, emocional y social de la persona.
Dada la diversidad de motivos por los que nuestros pacientes acuden a BlaBla -cuya causa profunda no se corresponde muchas veces con lo que les trae a consulta- necesitamos ahondar en todos los aspectos del funcionamiento de la persona que, al influirse mutuamente, generan un efecto bola de nieve que puede llegar a afectar al comportamiento del individuo en muchas o todas las áreas de su vida. Para ello:
- Recopilamos tanto información cuantitativa (mediciones obtenidas a través de un amplio repertorio de pruebas estandarizadas) como cualitativa:
- La información obtenida a través de baterías estandarizadas es útil para la medición de la gran mayoría de funciones cognitivas (descontextualizadas) y nos permite establecer comparaciones con el grupo normativo. Por su parte, la información cualitativa proporciona información valiosa sobre el desarrollo intrasujeto, porque nos revela las motivaciones, intereses, estrategias, recursos y estilos de la persona en cuestión.
- Determinar la existencia de funciones alteradas es importante, pero no lo es menos identificar cómo compensa o trata de compensar esa persona sus déficts. El éxito de un diagnóstico diferencial y, con ello, de la elección del tratamiento más eficaz, reside más en el «cómo» que en el «cuánto».
- Complementamos las pruebas estandarizadas con cuestionarios específicos para paciente, pareja, familiares o profesores, según corresponda, a través de los cuales valoramos conductas en otros contextos (casa y colegio, por lo general, pero no exclusivamente).
- Observamos de forma exhaustiva la ejecución de las pruebas para identificar estrategias aplicadas en su realización, la naturaleza de los errores cometidos, los aspectos emocionales implicados o las verbalizaciones expresadas por el paciente tanto durante las pruebas como en los periodos de descanso.
- Con el propósito de obtener información objetiva que nos permita comprender mejor la situación del paciente, generamos un clima de confianza que actúe como facilitador del proceso de evaluación. Asimismo, contrastamos la información obtenida en el contexto de la evaluación con los datos extraídos de otros contextos con el fin de descartar variables contaminantes (como el estrés ante la evaluación, por ejemplo).
- Aunque el contenido de las evaluaciones se diseña para cada caso concreto, seguimos una estructura sustentada sobre las funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, procesamiento visoespacial, funciones ejecutivas, cognición social) y su implicación en la conducta y la socialización. Puede darse el caso, por ejemplo, de que utilicemos diferentes pruebas para valorar un mismo proceso o sistema, si esto nos permite conocer con mayor exactitud el perfil del paciente.
Evaluación tipo
Evaluación | Acordamos la duración con el paciente (entre 5 y 7 horas), en horario de mañana para evitar la fatiga (en particular, en pacientes de menor edad). En ese periodo llevamos a cabo las evaluaciones cuantitativa y cualitativa, la evaluación mediante cuestionarios y las entrevistas a otros informantes (padres, profesores, etc.). Dada la exigencia de esta tarea para quien la realiza, pautamos horas de descanso en función de las necesidades del paciente y momentos de esparcimiento (que aprovechamos para tomar un almuerzo ligero). |
Informe | Una vez recopilada toda la información, elaboramos un informe en el que se detallan los resultados obtenidos, el diagnóstico diferencial y las líneas de intervención. |
Devolución | Nos reunimos con la familia para explicarles las conclusiones del proceso de evaluación, así como el correspondiente diagnóstico, y responder a cualquier duda que puedan plantear al respecto. Si procede, nos reunimos con el profesor o tutor del paciente o con el responsable del equipo de orientación del centro escolar. |