Inicio   Psicopedagogía   El rendimiento de mi hijo ha caído en picado en secundaria. ¿Puede ser TDAH?

El rendimiento de mi hijo ha caído en picado en secundaria. ¿Puede ser TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a áreas concretas del cerebro vinculadas con las funciones ejecutivas. Aunque sus síntomas no sean evidentes, acompaña al niño desde la infancia.

Puede ocurrir que el trastorno esté latente y no genere problemas hasta que el alumno accede a la educación secundaria. Esto es relativamente frecuente en niños con alto potencial intelectual en ámbitos como el razonamiento numérico, hipotético-deductivo o la memoria, lo que les permite compensar sus déficits en otros terrenos. Su rendimiento es óptimo en primaria y las dificultades comienzan a manifestarse en secundaria, cuando aumentan las exigencias académicas y, sobre todo, la necesidad de utilizar funciones ejecutivas (organización, planificación, sistemas de control, etc.) que dependen de la parte afectada del cerebro.

Por regla general, estos niños superan primaria sin esfuerzo, aunque no desarrollan un buen hábito de estudio. Cuando, al acceder a secundaria, necesitan echar mano de ese hábito, «pinchan», caen los resultados académicos y pueden aparecer conductas atípicas.

No podemos obviar, además, la cuestión de la pubertad. La explosión hormonal suele producirse en los varones hacia los 14 años y con anterioridad en las niñas. Las hormonas tienen gran impacto en la regulación de las emociones. Esto puede menoscabar la capacidad de atención y concentración y, por supuesto, exacerbar la impulsividad y la hiperactividad.

Sin embargo, el TDAH no es la única explicación a un bajo rendimiento académico en secundaria. Tanto la inatención como la hiperactividad son síntomas inespecíficos que se manifiestan con otros muchos trastornos (ansiedad, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo…) y, por supuesto, en situaciones de acoso escolar, por ejemplo.

Mi recomendación es que si los docentes advierten a las familias repetidamente de que su hija o hijo son «excesivamente inquietos» o «no prestan atención» no lo pasen por alto. Hay que saber qué ocurre en el cole e identificar si es una cuestión relacionada con el neurodesarrollo (es decir, si un trastorno empieza a dar la cara) o si se trata de una conducta reactiva.

No es necesario que ese comportamiento se manifieste en todos los contextos. Puede ocurrir que el niño o la niña estén perfectamente adaptados al entorno familiar y, sin embargo, reaccionen de forma atípica en el colegio.

En cualquier caso, necesitamos saber qué está sucediendo. En primer lugar, porque no queremos que el niño -ahora adolescente- caiga en ese pensamiento victimista de «Los profesores me tienen manía y mis padres me hacen la vida imposible». En segundo lugar, porque ignorar la existencia de un problema no lo soluciona; como mucho lo silencia hasta que los perjuicios son tales que es imposible seguir haciendo oídos sordos.

 

No se admiten comentarios.

Powered by Docxpresso
¿Qué quieres saber?
💬 ¿Necesitas ayuda?
Bla-Bla
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?
Ten en cuenta que la respuesta puede no ser inmediata si nos llamas a partir de las 20:30. Te responderemos lo antes posible :-)