Charlar con la investigadora Luz Rello siempre es un placer. Y no solo por sus reconocidos méritos académicos y bagaje científico en el campo de la dislexia. O por una vida dedicada a tratar de reducir las tasas de abandono escolar como consecuencia de este trastorno, lo que ya de por sí serían dos estupendas razones. Hablar con Luz es, sobre todo, disfrutar del apasionamiento, la alegría de vivir y el espíritu luchador de una persona dispuesta a hacer sus sueños realidad. Porque -apropiándome de una frase suya- los sueños no se leen, se cumplen. Creo que basta con ver este vídeo para que no quede duda de ello.
¿Cuáles son las principales lecciones extraídas de este «vídeo-píldora»?
▶️ Tan solo es diagnosticado un 4% de personas con dislexia, cuando la prevalencia del trastorno se estima en torno al 10%.
▶️ Nuestro cerebro está preparado para procesar el lenguaje oral, no el lenguaje escrito. Necesitamos llevar a cabo una serie de procesos para poder traducir las letras (estímulo visual) a un código (sonido) con el que nuestro cerebro pueda trabajar. Este proceso de decodificación letra-sonido es especialmente costoso para las personas con dislexia. Se da por hecho que leer es fácil, porque casi todo el mundo lo hace en nuestro entorno. Sin embargo, cabe destacar una curiosidad: solo un tercio de las lenguas del mundo tienen alfabeto.
▶️ La dificultad de este diagnóstico es achacable, en parte, a los propios disléxicos. El niño disléxico desconoce su dificultad para decodificar. Lo único que sabe es que quiere ser como el resto y eso le hace esforzarse a tope. Si no sabe leer una palabra, la memoriza como puede (por cómo la ve o por cómo la oye). Los años transcurren, el niño va compensando a duras penas sus dificultades y pasa desapercibido, generando la falsa sensación de estar adaptado. Al menos hasta que las circunstancias se vuelven más existentes y esos mecanimos compensadores no bastan.
▶️ La dislexia no está relacionada con la inteligencia general. Sin embargo, la persona con dislexia suele considerarse menos inteligente que los demás. De hecho, parte del diagnóstico de la dislexia pasa por determinar la existencia de una inteligencia media o superior. Si la prueba revela una inteligencia más baja de lo esperable, no es posible hacer un diagnóstico de dislexia, porque lo más probable es que las dificultades de lectoescritura se deban a otras causas.
▶️ Algunas señales tempranas: niños con cierto retraso en la vertiente expresiva del lenguaje, que no pronuncian bien todos los fonemas o se confunden con las palabras largas y muestran resistencia al aprendizaje de las letras.
▶️ Superar la dislexia requiere disciplina y constancia. Desde el punto de vista intelectual, herramentas como Dytective son tremendamente eficaces. Desde el punto de vista emocional, el apoyo incondicional de los padres, la sonrisa de los profesores ante el esfuerzo realizado y, en cualquier caso, una buena dosis de paciencia, hacen auténticas maravillas.