¿Cómo interpretamos la evaluación neuropsicológica de funciones ejecutivas en niños?
La batería ENFEN se utiliza habitualmente para valorar algunas funciones ejecutivas -no todas- y procesos atencionales (en particular, atención selectiva y atención alternante) en niños y niñas con edades comprendidas entre 6 y 12 años.
La batería está formada por seis tests:
- Fluidez fonológica
Solicitamos al niño que nos diga en un minuto todas las palabras que empiecen por «m» que se le ocurran. Con este ejercicio valoramos la capacidad de rastreo de palabras siguiendo un criterio fonológico. - Fluidez semántica
Pedimos al niño que nos diga en un minuto todos los animales que pueda recordar. Os recomiendo que, con anterioridad al ejercicio, retiréis de la sala las imágenes o juguetes que puedan darle pistas. Con esta prueba valoramos la capacidad de acceso a los almacenes de memoria semántica.
- Senderos 1
Incluye un ejercicio de entrenamiento en el que el niño tiene que unir una serie de números consecutivos empezando por ocho y terminando por uno. Al hacerlo, debe cumplir dos normas:
- No pisar los números.
- Unir los números siguiendo el recorrido más corto.
En el test propiamente dicho, de mayor complejidad, el sujeto comenzará con el número veinte para terminar con el uno, aplicando las mismas normas.
Además de información cuantitativa, esta prueba nos ofrece valiosa información cualitativa (podemos ver si el sujeto se da cuenta de que ha cometido un error, si corrige sus producciones, si revisa el documento una vez que ha terminado, etc.).
Antes de pasar este tipo de pruebas, debemos asegurarnos de que el niño o la niña que va a realizarlas tiene automatizado el conteo, en sentido directo e inverso, porque de lo contrario los resultados estarán sesgados.
Esta prueba aporta valiosa información sobre procesos de atención selectiva, ya que requiere focalizar la atención en un estímulo concreto despreciando los distractores (números que no se deben unir). También nos ofrece datos sobre la velocidad de procesamiento. Hacia los 7-8 años los niños han automatizado el conteo, lo que nos permite verificar si su ritmo de procesamiento es ágil o lento.
- Senderos 2
También incluye fase de entrenamiento. En este caso, se unen los números por orden consecutivo creciente alternando colores (es decir, teniendo en cuenta dos variables: número y color). Las normas son similares a la de Senderos 1.
Al igual que en la prueba anterior contabilizamos el tiempo y los errores, bien porque se hayan omitido números, bien porque se hayan unido números no consecutivos.
Dado que los niños deben prestar atención a dos focos muy claros y, además, alternar entre ellos, este test nos proporciona una clara imagen de la atención alternante.
- Anillas
Esta prueba se asemeja a la Torre de Hanoi. Colocamos ante el sujeto una estructura con tres columnas y un cuaderno de estímulos. El profesional comenzará poniendo las arandelas de distintos colores en la columna de la izquierda para que el sujeto las traslade a la de la derecha sin modificar el orden. Para ello, debe cumplir varias normas:
- Solo puede utilizar una mano (colocará la otra en la espalda para evitar «tentaciones»).
- Ejecutará la prueba lo más rápido posible.
- Utilizará el menor número de movimientos.
La columna del medio sirve para dejar las anillas que el sujeto no desee colocar todavía en la columna derecha. Cada lámina aumenta el nivel de complejidad del ejercicio.
Este test se utiliza para valorar los procesos de planificación, ya que pedimos al sujeto que antes de iniciar una conducta, realice un ensayo mental que reducirá el tiempo dedicado al «ensayo y error», por lo que su puntuación será mejor.
- Interferencias
Se trata del Test de Stroop adaptado a niños.
En la lámina de entrenamiento se pide a los chavales que nos digan el color en el que están escritas las palabras (por columnas).
Al igual que con Senderos debemos asegurarnos de que el niño o la niña haya automatizado la lectura porque queremos que este aprendizaje genere interferencias. Esto nos permite valorar la capacidad del sujeto para contener la respuesta automática y aportar la que le demandamos.
Si el sujeto no tiene automatizada la lectura, no se producirá la interferencia que necesitamos para valorar la existencia o no de control inhibitorio.
Como en las pruebas anteriores, registraremos tiempos y errores y complementaremos los resultados cuantitativos con los cualitativos.
Psicología y Logopedia Bla Bla cuenta con un canal profesional en el que alumnos, profesionales o simplemente personas interesadas en el tema pueden familiarizarse con la aplicación e interpretación de las diversas baterías de pruebas.
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