Prerrequisitos comunicativos
Cuando trabajamos con niños con retraso madurativo debemos tener en cuenta que la comunicación no se reduce al lenguaje verbal. Los niños muy pequeños o con afectaciones más severas pueden comunicarse por otros medios. Es importante que aprendan a señalar y mostrar, a pedirnos ayuda, a expresar su estado de ánimo, a indicarnos lo que les gusta o les produce rechazo.
Para ello, familias y terapeutas tenemos que centrarnos en la instauración de prerrequisitos comunicativos como el contacto visual y la atención compartida.
Estas actividades prelingüísticas hacen que el niño nos tenga en cuenta, ya sea para pedirnos agua o que sigamos haciéndole cosquillas. Y, por suerte, contamos con muchas actividades que promueven esta interrelación entre papá o mamá y el niño como, por ejemplo, el «toma y daca» o los juegos con turnos.