Consultorio: tiempo fuera

La estrategia de «tiempo fuera», es una conocida técnica de modificación de conducta basada en el funcionamiento operante y, en particular, en el castigo negativo.

¿Qué es el castigo negativo?

El castigo negativo busca eliminar una conducta inapropiada sacando al niño o la niña de una situación reforzante. Ejemplo de esto sería el chaval al que el profesor expulsa del aula porque interrumpe el funcionamiento de la clase.

Esta estrategia es muy utilizada, tanto en el ámbito doméstico como el escolar. Sin embargo, debemos ser prudentes con su uso.

¿Por qué conviene restringir el empleo de esta técnica

Por dos razones básicas:

1. Nuestra intención es evitar una conducta determinada. Sin embargo, cuando apartamos al niño de la situación problemática no le estamos ofreciendo una respuesta alternativa positiva, que es la que generará el aprendizaje significativo que deseamos. Siguiendo con el ejemplo anterior, la clase recuperará la calma, pero el niño no aprenderá nada.

   ¿El resultado? Al no haber aprendizaje, lo más probable es que vuelva a repetirse la misma conducta.

2. Este tipo de castigo negativo genera doble estigma en el niño: el provocado por su propio comportamiento y el derivado del hecho de ser expulsado, con una repercusión directa sobre la autoestima. El efecto es el contrario al buscado: aumenta la conducta indeseada tanto en frecuencia como en intensidad.

   Dicho lo anterior, es posible que el niño deje de repetir la conducta aunque no haya aprendido una forma alternativa y adecuada de actuar. Simplemente dejará de hacerlo por miedo a la persona que castiga. ¿Pero es ese el aprendizaje que buscamos?

¿Significa esto que no debemos utilizar esta técnica?

En absoluto. Significa que hemos de utilizarla con dosificación y cuidado. Hay situaciones en las que puede tener sentido:

• Casos de «emergencia» que exigen una actuación rápida. Por lo general están ligados a conductas agresivas. Ante tanta activación, sí puede tener sentido apartar a la persona de esa situación para que se calme y, una vez tranquilizada, ofrecerle herramientas que le permitan afrontar en el futuro ese tipo de situaciones.
• Después de probar numerosas estrategias infructuosamente.