La situación actual nos ha obligado a cambiar nuestras rutinas e impuesto nuevas responsabilidades lo que genera, en muchas ocasiones, una sobrecarga que provoca malestar físico y psicológico. El autocuidado es indispensable para superar estos momentos difíciles.
Es fácil que la carga de obligaciones diarias nos haga funcionar de manera automática y nos impida darnos cuenta de las peticiones de auxilio que nos envía nuestro cuerpo. Pero esas señales están ahí y adoptan las formas más variopintas: pueden ser señales físicas como opresión en el estómago o en el pecho, dolores musculares; dolor de cabeza o dificultad para conciliar el sueño. O señales emocionales que se manifiestan en forma de desesperanza, frustración o impotencia. Cuando esto ocurre ha llegado el momento de parar, respirar profundamente y pensar en ti.
Como dice el dicho: «Más vale prevenir que curar». La psicóloga Iciar Casado nos propone algunas sencillas pautas que nos ayudarán a mantenernos física y psíquicamente sanos.