A menudo llegan a nuestra consulta niños etiquetados como «malos lectores» o «malos escritores» o, simplemente, «vagos». Son niños a los que, por motivos muy diversos, se les «atraganta» la lectoescritura, lo que supone un problema importante ya que, en la vida escolar, el acceso a la información tiene lugar fundamentalmente a través del código escrito.
Algunos de estos niños presentan trastornos de aprendizaje, pero en otros no observamos condiciones evidentes que justifiquen los bajos resultados. Sin embargo, unos y otros comparten la misma particularidad: la absoluta desmotivación hacia la lectoescritura. Como la sardina que se muerde la cola, esta falta de motivación dificulta el aprendizaje, lo que a su vez hace que el niño se sienta cada vez más reacio a enfrentarse a la tarea de leer o escribir. Es frecuente, además, que a la desmotivación se sume el sentimiento de inferioridad y fracaso, lo que no hace más que agravar el problema.
Esta es la razón que nos ha llevado a los profesionales de BlaBla a diseñar un proyecto cuyo objetivo prioritario es motivar al niño para que se plantee la lectoescritura como un reto divertido en el que desea embarcarse. Aspectos tales como la mejora de la agilidad lectora, la comprensión, la caligrafía, la puntuación o la ortografía tendrán cabida en este proyecto aunque asumirán, inicialmente, un papel secundario. El punto de partida —como el de cualquier buen proyecto— es generar interés. La lectoescritura será el medio —antes que el fin— por el que niño alcanzará determinados logros, elegidos previamente por el terapeuta en función de sus gustos. La lectoescritura será el vehículo que le permitirá llegar a su destino y obtener la recompensa deseada.
¿Pero cómo construimos ese medio de transporte? Cada niño tiene su particular manera de acceder al conocimiento. Por eso será él quien construya su propio vehículo, quien lo «tunee» a su gusto, por así decirlo, para llegar al destino final: la recepción y transmisión de información. Nuestro cometido será acompañarlo en un viaje apasionante que culminará cuando el niño desee leer y escribir, sin imposiciones, y disfrute haciéndolo.
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septiembre 10, 2018
