Heterorregulación y refuerzo intermitente
Una de la consecuencias de la bipedestación, que tanto ha beneficiado a nuestra especie, ha sido la modificación de la pelvis femenina, obligada a equilibrar la capacidad de locomoción con el parto de crías de enorme encéfalo. La solución biológica ante la inevitable estrechez del canal del parto ha sido parir crías con cerebros inmaduros y de menor tamaño. Estos seguirán desarrollándose a gran
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